Un suelo es la superficie inferior de una vivienda, almacén, jardín, zona comercial o industrial, etc. En resumen cualquier área geográfica. Los suelos varían desde la simple suciedad de una cueva hasta complejos sistemas de madera, yeso, moqueta o baldosas. Los suelos pueden ser de piedra, madera, bambú, metal, hormigón o cualquier otro material que pueda soportar el peso de los muebles y el tráfico peatonal.
Un suelo de hormigón impermeable es común en los hogares y en los edificios comerciales y zonas industriales. Esto se debe a que son fáciles de limpiar y mantener, además de ser resistentes y su durabilidad es indiscutible.
La construcción de un suelo de hormigón funcional y duradero no puede lograrse sin el uso de un hormigón de excelente calidad, pero también depende en gran medida de los siguientes factores:
- El diseño cuidadoso de la losa, en función de las cargas estáticas y dinámicas que actúan sobre ella (la presencia de una malla electrosoldada tiene la misión de controlar los movimientos de carácter termohigrométrico)
- Una preparación adecuada de la subrasante, destinada a obtener una capacidad de carga suficiente en relación con las cargas implicadas, para evitar un hundimiento excesivo que pueda provocar grietas en la mezcla
- El diseño y la ejecución cuidadosos de las juntas de contracción, aislamiento y construcción, para liberar el suelo de las estructuras que lo rodean
- La correcta evacuación de las aguas pluviales en los pavimentos exteriores para evitar su deterioro prematuro, especialmente en las zonas de clima riguroso.
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¿Es el hormigón impermeable?
No hay una respuesta definitiva a esta pregunta, ya que depende del tipo de hormigón utilizado y de cómo se mezcle. Algunos tipos de hormigón son más permeables que otros, e incluso con el mismo tipo de hormigón, la cantidad de agua utilizada en la mezcla puede afectar a su permeabilidad. Sin embargo, en general, el hormigón es un material bastante impermeable.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el hormigón fresco (que no ha secado completamente) será siempre más suceptible a empaparse (absorber el agua) que un hormigón seco o acabado.
La impermeabilización en la construcción puede definirse como la combinación de operaciones y materiales utilizados para impermeabilizar un material o una construcción.
La reciente constatación de que más de la mitad de los litigios en el sector de la construcción se deben a problemas de infiltración de agua en los edificios es una sorprendente confirmación de la importancia de un diseño adecuado para la estanqueidad y de la disponibilidad de técnicas y materiales para dar una solución duradera a los problemas derivados de las infiltraciones.
Las tipologías hidráulicas de la práctica diaria incluyen métodos para «mantener fuera» el agua de lluvia, las aguas subterráneas, el agua de permeación, incluida la resultante de eventos accidentales, así como sistemas para «mantener dentro» el agua en estructuras de contención.
Los tipos de construcción que se abordan con frecuencia en la impermeabilización incluyen cubiertas, estructuras, muros subterráneos, depósitos, conductos, túneles, garajes, terrazas, balcones, etc.
Los tipos de tecnología, que se combinan comúnmente y a menudo, y que se consideran en el contexto de los «dispositivos de sellado», incluyen revestimientos con morteros osmóticos, morteros y soluciones cristalizantes, morteros elastoplásticos de dos componentes, perfiles hidroexpansivos, preformas y topes de agua, resinas líquidas hidro-reactivas, selladores hidroexpansivos, métodos para sellar encofrados, etc.
Sellado de hormigón para superficies lisas y resistentes al agua
Hay varias formas de impermeabilizar el hormigón, y el método más eficaz depende de las necesidades del proyecto en particular. Por ejemplo, si necesita impermeabilizar la pared de un sótano, utilizará un método diferente al de impermeabilizar un patio de hormigón.
La mejor opción para aumentar la resistencia al agua del hormigón convencional , ya sea para un proyecto de construcción, o una superficie que se desee fortalecer su impermeabilidad, es el pulido del hormigón o el sellado.
Esto se debe a que los suelos de hormigón cuentan con una microscópica rugosidad en toda su superficie, la cual se va desgastando con el tiempo, pudiendo evitarse dicho desgaste llevando a cabo el conocido “pulido de hormigón».
El desgaste del mismo genera atracción y almacenamiento de polvo, acelerando la apertura de los poros creados por espacios disponibles en la superficie que permiten la penetración, no solo de agua, sino que además, contendrá suciedad, influencias externas y microorganismos indeseados.
Con respecto al tema de los productos para la impermeabilización del hormigón, estos penetran solo a unos pocos centímetros de profundidad, lo cual ayuda a endurecer la estructura superficialmente ayudando a impermeabilizar el hormigón de manera efectiva, hasta tal punto que re se vuelve resistente ante varios líquidos, ácidos y aceites.
Además de su sencilla limpieza, el desconchamiento y desgaste de la obra se convierte en una situación inusual. Las plantas como algas, musgos, hongos y líquenes no enuentran la posibilidad de asentamiento, por lo que resulta un problema menos por el cual preocuparse.
Un método común para impermeabilizar el hormigón es aplicar un sellador a la superficie. Esto puede hacerse con una brocha, un rodillo o un pulverizador. El sellador formará una barrera que impedirá que el agua penetre en el hormigón.
Otra opción es cubrir el hormigón con un material impermeabilizante. Esta puede ser una tarea que es mejor dejar en manos de un profesional, ya que requiere equipos y habilidades especiales.
Otra forma de impermeabilizar el hormigón es instalar un sistema de drenaje. Esto permitirá que el agua drene fuera del hormigón, evitando que se sature y debilite la estructura.
Independientemente del método que elija, es importante reparar cualquier grieta u otro daño en el hormigón antes de impermeabilizarlo. Esto asegurará que el material de impermeabilización pueda adherirse correctamente a la superficie y crear un sello duradero.
¿Cómo trabaja el hormigón impermeabilizante?
El proceso para impermeabilizar el hormigón se lleva a cabo a través de distintas técnicas de pulido, es por esto que el conocido “cemento impermeable” no es siempre la opción adecuada para conseguir la impermeabilización del hormigón.
Es importante tomar en cuenta que los aditivos que se utilizan para conformar el hormigón impermeable, proveen resistencia a la humedad y estructuras más duras, sin embargo, el hormigón en sí mismo, sigue siendo suceptible a la erosión y cuenta con su porosidad natural, además de padecer de formación de vegetación y vulnerabilidad a plagas.
En este caso, la mejor opción sería la aplicación de un sellador profesional o industrial para agregar resistencia al agua.
La necesidad de sellar el hormigón y hacerlo impermeable no solo se encuentra en suelos, también es requerido para tejas, paredes y cualquier elemento de construcción.
Clases de impermeabilidad del hormigón
La capacidad de resistir la compresión y la densidad del hormigón se puede definir dividiéndolo en 4 niveles o clases de impermeabilidad. Por reglas generales, se distingue un tipo de hormigón de otro debido a su densidad y aplicación para construcciones, colocaciones de suelos y paredes y uso en general.
Clase 1: Seco – Útil para ser aplicado en salas de servidores, salas de estar (viviendas) y salas de trabajo (oficina).
Clase 2: Ligeramente húmedo – Especialmente utilizado para sótanos, salas de calderas, almacenes de productos sensibles a la humedad.
Clase 3: Húmedo – Este es aplicado en edificaciones o habitaciones que no cuentan con uso prolongado (corta duración) como por ejemplo: aparcamientos subterráneos y/o oficinas – estadías bajo tierra
Clase 4: Mojado – Este se utiliza sobre todo para refugios o estructuras de bajo presupuesto
Puntos débiles de la impermeabilidad
Un hormigón impermeable puede y debe conseguirse sellando la superficie. Esto antes de ser aplicado y sobre todo despúes de terminada la construcción ya que sino se hace, resulta probable la aparición de puntos débiles.
Esto puede resultar luego de procedimientos como: realizar agujeros en paredes o suelos con la finalidad de fijar estantería, elementos decorativos con un peso considerable y hasta maquinaria para el sector industrial.
Así mismo, debemos tomar en cuenta que no solo sucede en paredes, sino que además, podría ocurrir en suelos cuando se han fijado componentes o máquinas, tal como el caso anteriormente mencionado. Sea cual sea el caso estos agujeros servirán como sistema de filtrado (entrada) para la humedad y el agua.
Es por esto que cualquier agujero, al igual que las juntas que conforman el hormigón, en definitiva, cualquier apertura o penetración del hormigón, debe ser sellados herméticamente.